Solicitamos su permiso para la utilización de cookies en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK | Más información
Olmeda de las Fuentes

JOSÉ FRAU

JOSÉ FRAU

La-montana-1969Nació en Pontevedra en 1898. Residió durante su infancia y juventud en distintas localidades como San Feliú de Guixols. Estudió Pintura en Huelva en 1912 con Antonio de la Torre y Eugenio Hermoso. En 1916 se trasladó a Madrid e ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Allí estudió con Muñoz Degrain.

Desde 1917 concurrió a las Exposiciones Nacionales de Madrid, y en 1918 celebró su primera exposición individual en las Galería Layetanas de Barcelona. En este mismo año obtuvo la beca para participar en la primera Exposición de El Paular. En 1925 se integró en la Sociedad de Artistas Ibéricos, con la que expuso en los Jardines del Buen Retiro de Madrid y en París.

En 1929 contrajo matrimonio con una de sus discípulas, Margarita González Giraud, que firmaría a menudo sus obras con el apellido de su esposo, y con la que expuso conjuntamente en 1933.

En 1947 viajó con su familia a Buenos Aires, y en 1950 a México en donde fijó su residencia y  mantuvo vínculo con artistas muralistas mexicanos como Sequeiros, Orozco, Ribera y Tamayo, y con exiliados españoles como Arturo Souto.

En 1966 regreso a España y se instaló en Olmeda de las Fuentes en donde permaneció hasta su muerte en 1976 junto a su esposa que le impulsaba y apoyaba continuamente. Realizo múltiples pinturas representativas del municipio

Ha sido considerado como uno de los representantes del equivalente del “realismo mágico” en España. Su obra pictórica parte de premisas figurativas y de una formación naturalista y simbólica. Participó en el proceso de renovación de la pintura española de los años veinte y treinta evolucionando hacia un estilo postimpresionista. Posteriormente se centró en una  modernidad sosegada poscezanniana  en donde retratada paisajes con figuras recreados en ambientes fantásticos y mágicos. Durante los años de la posguerra volvió a una pincelada más suelta y nerviosa.

En sus últimas obras se sirvió de una paleta cromática fauvista en la que predominaban los verdes, azules, tierras y negros muy contrastados, al tiempo que se produjo un progresivo proceso de estilización en sus obras además de la perdida del protagonismo de la figura humana. 

Volver al listado de Pintores de la Olmeda >>



Galería de Imágenes