Historia de Olmeda
Las primeras referencias escritas que tenemos, relativas a Olmeda de las Fuentes, datan de la Edad Media, siglos XII y XIII, y siempre en relación con Alcalá de Henares. Antes de empezar a hablar de historia de Olmeda debemos dejar claro la dificultad para realizar estos trabajos por la inexistencia de documentos en el Archivo Municipal, anteriores a mediados del S. XIX
Para hablar de épocas anteriores debemos recurrir a la arqueología. Tenemos referencias de restos constructivos, cerámicos y de industria lítica, muy cercanos a la ubicación actual del pueblo, de la Edad del Bronce (1.700 a.c.). Este poblado estaría formado por un núcleo principal, probablemente fortificado y asociados a este núcleo varios núcleos defensivos y de control del territorio, así como varias “granjas” para la producción agraria y ganadera.
Durante los siglos XI a XIII se va a producir la repoblación de este territorio que forma la Comunidad de Villa y tierra de Alcalá. La tierra de Alcalá o su alfoz (conjunto de pueblos que pertenecen a otro principal y que tienen la misma ordenación) estaba compuesta por 30 aldeas, de las cuales 25 llegaron a ser villas y 5 acabaron despobladas. La Olmeda fue una de estas aldeas que acabó siendo villa.
Olmeda de las Fuentes en la tierra de Alcalá
El mapa de la tierra de Alcalá de 1495 muestra las 25 villas, debido a que las otras 5 aldeas ya se habían despoblado. De esas 25 villas 4 están situadas en la campiña y el resto en la alcarria. La Olmeda duplico su término municipal con la incorporación del "despoblado de Valmores".
El 22 de agosto de 1564, La Olmeda consigue por privilegio real su condición de villa independiente de la jurisdicción alcalaína. A partir de este momento tiene la facultad para nombrar justicias y actuar con autonomía en cualquier cuestión relativa a su administración y gobierno.
El señorío fue pasando por varias manos hasta que al principio del siglo XVIII Juan de Goyeneche adquiere el señorío de La Olmeda
La relevante transformación del término municipal de La Olmeda se inició alrededor de 1709, con la construcción a cargo de José Benito de Churriguera de un palacio, al que llamaría Nuevo Baztán, evocando a sus orígenes navarros. Un conjunto urbano de nueva planta, situado en el “Monte Acevedo” o “Bosque de Acevedo” que se terminó en 1713. Y que se independizaría de La Olmeda a finales del siglo XVIII.
A partir de 1714 Juán de Goyeneche se convierte en el señor de La Olmeda, e inicia un complejo industrial alrededor del palacio con un programa para la reindustrialización y la repoblación de la comarca. Para ello sigue las teorías del Ministro de finanzas del rey Sol Jean Baptiste Colbert.
La Olmeda en el cuarto del sureste
Este entramado tan amplio y complejo de la tierra de Alcalá requería una organización y una ordenación que permitiera a Alcalá controlar los territorios que estaban bajo su jurisdicción. Para ello se usaban dos metodologías.
Uno de ellos es a través de la ordenación en cuartos, en donde sabemos que se establecieron cinco grupos de aldeas, denominados cuartos. La Olmeda se encuentra en el cuarto del sureste que, en 1495, lo componían: Pezuela, La Olmeda, El Villar, Corpa y Orusco, aunque esta composición va variando y, en 1530, se incorpora Carabaña. Dicha organización requiere el nombramiento de un Procurador General del Común y un escribano, Diego de Ocaña vecino de Olmeda ocupó este cargo entre 1590 y 1592. Además, cada cuarto cuenta con un representante llamado “sacado” o “sexmero”.
El título o condición de cabeza de cuarto o centro administrativo no conlleva ningún rango o capitalidad respecto a las demás aldeas. Así, en 1530 era Pezuela el cabeza de cuarto, en 1573 La Olmeda y, posteriormente, sería Carabaña. Puede que en la elección se tuviera en cuenta el lugar de origen o vecindad del oficial del cuarto.
El otro medio de control que la villa de Alcalá tiene sobre las aldeas de su alfoz es a través de la legislación, es decir, los fueros.
Esta estructura legal se inicia con el Fuero Viejo del arzobispo Raimundo en 1135, luego Rodrigo Jiménez de Rada en 1223 concede nuevos fueros a las aldeas. El interés por los fueros como norma básica reguladora de la vida de Alcalá y su tierra sigue presente en los demás arzobispos que le sucedieron pero será con Francisco Jiménez de Cisneros cuando se emprenda la regeneración en profundidad del Derecho Local Complutense. En 1509 se publican las “Ordenanzas y Fuero” con un planteamiento más estructurado y más racional que los anteriores. Estas ordenanzas regulan la vida de la Villa y las aldeas de forma muy pormenorizada.
En los siglos XV y XVI proliferaron las ordenanzas en las diferentes aldeas. En el caso de La Olmeda no tenemos referencias de que las hubiera, debido a la ausencia de documentación en el Archivo Municipal de La Olmeda anterior al siglo XIX. En La Olmeda no tengamos ordenanzas locales, aunque contamos con la ordenación que se produce en el Común de la tierra de Alcalá, normativa que afecta, lógicamente, a la vida de La Olmeda. Por ejemplo, en octubre de 1496 se regula que los vecinos de las aldeas no sean citados ante el corregidor de Alcalá para el pago de las alcabalas, sino que estas rentas se paguen ante los jueces y alcaldes de las respectivas aldeas.
Este proceso normativo es una lucha entre la villa y las aldeas y permitirá que, de forma paulatina, las aldeas adquieran cada vez mayores cotas de autonomía. Proceso que culmina en el transcurso del siglo XVI, con la independencia de las aldeas, que pasarán a ser villas.
La Villa de la Olmeda
Será con Felipe II cuando llegará la independencia y la concesión de los títulos de villa. Felipe II,
Justificó las exenciones de los lugares por la necesidad de sufragar los gastos ocasionados por las guerras del Emperador con el rey de Francia y sus aliados, los conflictos en 1563 con los turcos y moros, etc... y que habían esquilmado todas las rentas reales.
Al otorgarles el título de villa obligaba a contribuir con una cantidad de dinero sustanciosa. Además, cada cambio de propiedad de las jurisdicciones iba acompañado de una imposición fiscal que engrosaba el tesoro real, de aquí el interés que la corona tenía en que proliferaran los cambios de propiedad.
La Olmeda no es una excepción en este proceso, y una vez adquirida la condición de villa pasará por las manos de diferentes señores.
El 1 de mayo de 1564 don Gómez Tello Girón, Gobernador y General Administrador del arzobispado de Toledo, se dirige al Rey para solicitar para La Olmeda la exención de la jurisdicción de la villa de Alcalá.
El 22 de agosto de 1564, La Olmeda consigue por privilegio real su condición de villa independiente de la jurisdicción alcalaína. A partir de este momento tiene la facultad para nombrar justicias y actuar con autonomía en cualquier cuestión relativa a su administración y gobierno. Este privilegio les costó a los vecinos 892.500 maravedíes (7.500 por cada vecino de la villa).
La división de las dos cifras nos proporciona información sobre la población de La Olmeda, 119 vecinos. Si suponemos que sólo les corresponde pagar a los pecheros, habría que añadir los hijosdalgo que normalmente estaban exentos de pagar. El número de familias de esta condición social, según figura en las relaciones de Felipe II en 1576, es de seis; por lo tanto, en 1564, el vecindario estaba alrededor de 125 vecinos. Más de 400 habitantes, en la actualidad la población de olmeda esta entorno a 370 habitantes.
Primer comprador
Después de esta independencia le siguió la adquisición por parte de Baltasar Lomelín, de la jurisdicción, señorío y vasallaje de La Olmeda en 1576, a cambio de 2.385.090 maravedíes, pagados a Juan Fernández Espinosa, tesorero del Rey y miembro de su Consejo de Hacienda.
Según cuenta A. Domínguez Ortiz, Baltasar Lomelín era un asentista de origen genovés que se dedicaba a la especulación adquiriendo y vendiendo villas. En 1577 compró la villa gallega de Noya y rápidamente la vendió al conde de Lemos2 . Siguiendo en esa línea, Lomelín transfierió La Olmeda en 1582 a Alonso Núñez de Bohórquez, operación que quedó anulada en 1584 al ejercer, los vecinos, el derecho de tanteo. El pleito se resolvió a favor de los vecinos, y la compra se efectuó por 1.743.750 maravedíes, según consta en la escritura de 2 de marzo de 1584 hecha ante el escribano Pedro Velasco.
La Independencia de Nuevo Baztán
Eusebio Bartolomé considera que la independencia no es únicamente eclesiástica sino civil, pero lo cierto es que en el Catastro de Ensenada de 1752 en el titular refiriéndose a La Olmeda dice “La villa de Olmeda de la cebolla y su aldea de Nuevo Baztán”. Más adelante en el interrogatorio de Lorenzana de 1782, siendo cura Manuel Barrado dice “a poniente el lugar de Nuevo Baztán la jurisdicción aunque en lo temporal es una misma con la aldea en lo espiritual es distinta” .
En 1786 en el censo de Floridablanca ya figura como alcalde Manuel Sánchez Dávila. Esto apunta a pensar que en 1723 se logró la independencia eclesiástica pero no la civil, que llegaría a finales de siglo, entre 1782 y 1786.
Hechos singulares que marcaron la historia de Olmeda1 Provisión arzobispal para que los vecinos del Común no sean emplazados ni citados, por el pago de alcabalas, ante el vicario ni ante el corregidor de Alcalá, sino sólo ante los jueces y alcaldes de sus respectivas aldeas A.C.T.A. nº 5; s\1, 1 de octubre de 1496).Es una confirmación del Cardenal Cisneros sobre otra carta del arzobispo Pedro González de Mendoza, que lo es a la vez, de otra del arzobispo Carrillo del 7 de marzo de 1471. Sacado de M. Mayoral, 2005, op. cit.
2 Domínguez Ortiz, A. “Ventas y exenciones de lugares durante el reinado de Felipe IV”, en Instituciones y sociedad en la España de los Austrias, Madrid, 1985, p. 63.
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